“Un equipo reúne a personas que se dirigen hacia un objetivo en común y que funcionan de una forma perfectamente establecida. Lo definimos como un grupo de individuos, organizado en conjunto, conducidos por un líder y funcionando, en un contexto concreto, hacia un mismo objetivo.”

                                                                                                                   Oliver Devillard.

Es indudable la importancia del Trabajo en Equipo en el Fútbol. Es necesario  que en los equipos de trabajo haya una auténtica Organización cohesionada, donde todos los miembros remen en la misma dirección  y siempre interpongan lo colectivo a lo individual. Se trata de dar el todo de cada uno  para el desarrollo del equipo, para el bien del mismo.

“No preguntes qué puede hacer por ti el equipo. Pregunta qué puedes hacer tú por él.” 

Hoy en día, esta es una de las cuestiones fundamentales sobre las que se trabaja dentro del Fútbol. El formar un equipo, el hacer que todos sean uno. Sin embargo, es en el cómo donde encontramos algunas incoherencias. 

Numerosos entrenadores dice trabajar el espíritu de grupo a través de tareas descontextualizadas: carreras de orientación en el parque de la ciudad, carreras en piragua o juegos de cooperación. Todo esto y mucho más para lograr la cohesión de grupo, y casi siempre dirigido y coordinado por psicólogos deportivos. Pero, en estos ambientes y con esas tareas, ¿aparecen las características propias de un equipo unido que se dan durante un partido de fútbol?, ¿no tendrán una funcionalidad mayor si las trabajamos dentro del contexto? Alrededor de unos árboles, y con una brújula y mapa en mano, estamos disociando el trabajo psicológico de lo demás.

“No sé donde comienza lo físico y acaba lo psicológico y lo táctico. Para mí, el fútbol es globalidad, el jugador también y no consigo hacer la división.” (Oliveira et al., 2006, pág. 38)

                                                                                                                   José Mourinho.

Vamos a ver algunos de los ejercicios que utiliza José Mourinho donde está presenta esta creación de Espíritu de Equipo. Ejercicios siempre contextualizados, siempre dentro de la dinámica de trabajo donde se trabaja el Todo, y donde con una estructura determinada, el entrenador portugués busca que se den los patrones de los que antes hemos hablado.

EJERCICIO 1

Durante un determinado ejercicio de dos equipos (10 x 10, 9 x 9 etc.), Mourinho realiza una señal con la que uno de los jugadores de uno de los equipos, se va del ejercicio a rodear un objeto considerablemente alejado y pre-establecido con anterioridad. Después, nuevamente vuelve a realizar la señal, y un segundo jugador va a hacer la misma operación.

Durante un período de tiempo, un equipo actuará con inferioridad. Será misión de ellos el saber administrar ese tiempo, el saber manejar la situación que a priori es desfavorable por la inferioridad numérica. Además, el equipo en superioridad deberá gestionar la situación contraria. Pero paralelamente, los jugadores que salieron a rodear el objeto, tienen la máxima responsabilidad de la situación, puesto que cuanto menos tiempo tarden en realizar la misión, menos tiempo estará su equipo perjudicado. Sacrificio, solidaridad, unión.

EJERCICIO 2

Nuevamente durante un ejercicio de la sesión, los jugadores de cada equipo tienen la siguiente regla: un jugador puede darle los toques que quiera al balón, pero el siguiente compañero (mismo equipo) sólo podrá darle uno. Y así sucesivamente. Es decir, después de toques libres, es obligatorio un solo toque. Y después de un solo toque, es posible toques libres (posible porque si quiere dar uno sólo también, estaría retrasando los toques libres y permitiendo al siguiente compañero que pueda elegir entre ambas posibilidades). Con esta regla, el equipo trabaja la solidaridad con el compañero, el preocuparse por los demás. Pensar en el grupo, en que si se puede realizar una acción que beneficie a otro compañero, se hace. Generosidad.

EJERCICIO 3

En esta ocasión, la regla es simple. Los zurdos sólo pueden jugar con el pie derecho, y los diestros sólo pueden jugar con el pie izquierdo. Con esta tarea  estamos provocando que el jugador  que va a pasar la pelota, se preocupe por el compañero. Por darle el balón en las mejores condiciones posibles para que pueda realizar la acción.

Como vemos, es posible integrar dentro del propio contexto de entrenamiento, ejercicios que potencien los valores de equipo, la cohesión grupal. Estos son sólo algunos de los ejemplos que realiza un entrenador en la Élite. No por realizarlos tú, vas a tener éxito. Lo  mejor es ponerse a pensar cómo podemos trabajar nosotros con nuestro equipo. Que así sea.

“Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas.”

                                                                              

                                                                                                    Madre Teresa de Calcuta.




NOTA BIBLIOGRÁFICA: este trabajo ha sido posible gracias al libro <<Liderazgo Mourinho>> del autor Luis Lourenço. Desde aquí recomendamos encarecidamente esta fantástica e imprescindible obra. No os la perdáis.